No son garbanzos, son millones de euros
Oímos hablar de millones de euros como si fueran garbanzos; sin percatarnos de que cada millón equivaldría a 166 de las antiguas pesetas. Día sí, día también, aparece algún sujeto del que apenas conocemos nada y nos enteramos que posee una suma de millones de euros de dudosa procedencia.