Hola:
Iba a dedicar por completo este artículo a la mamarrachada llevada a cabo hace un par de días por los hombres y mujeres de esta izquierda, que ellos llaman plural. Una vez más, parte de nuestros representantes en la Cámara de Estrasburgo, eurodiputados ellos, se comportan como feroces enemigos del país al cual, por promesa o a saber qué, deberían representar y defender.
Su ausencia durante el primer discurso que el Jefe del Estado dirigía a la Cámara es un acto, bajo mi punto de vista, torpe y ruin que retrata a sus promotores. Una alborotada silba y un sobresaliente a la majadería para el cenutrio que tomara la decisión. Su proceder demuestra, además de estolidez, una falta total de educación.
Una alborotada silba y un sobresaliente a la majadería para el cenutrio que tomara la decisión. Su proceder demuestra, además de estolidez, una falta total de educación
Pero mira por donde, el término cenutrio pudiera estar mal aplicado cuando va dirigido a una fémina o a una cosa. El dilema nace al consultar el diccionario. Comoquiera que el grupo de representantes está compuesto por ambos sexos, tal vez la palabra cenutrio no sea acorde gramaticalmente. Ello me lleva a dejar de lado la idea inicial y volcarme en el dichoso epíteto. Al fin y al cabo, me pregunto: ¿merece la pena que dedique algo más de mi tiempo a estos sujetos? Pues, no.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua, define el vocablo cenutrio como: m. Hombre lerdo, zoquete, estúpido.
Aquí, pienso yo, que los señores académicos se han marcado un embolado. Bajo esta definición sólo el hombre estúpido puede calificarse también como cenutrio. La mujer, que a su vez es candidata a padecer la idiotez, no debe ser conceptuada como cenutrio, por ser mujer, ni cenutria, al no tener admitida la RAE esta voz.

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