El objetivo no es el rey emérito, sino la Corona
Antes de empezar este artículo, declaro que no soy monárquico en el estricto significado del término, o lo que es lo mismo, devoto de una persona que por imperativos de sangre obtiene el poder o lo ejerce. Al mismo tiempo, tampoco me siento republicano; en este caso, influenciado más por nuestra historia que por lo que simboliza el término. Y, como colofón, tampoco creo en el anarquismo…